Áreas Clínicas - Adultos

Ansiedad

La ansiedad afecta tanto a la mente como al cuerpo. Al hablar de ella, nos estamos refiriendo a sentimientos y sensaciones como miedo, aprensión, angustia, preocupación, etc.
La ansiedad se relaciona también con sensaciones corporales: tensión muscular, sudoración, temblor, respiración agitada, 'nudos en el estómago', dolor de cabeza, pecho o espalda, palpitaciones, etc.
Todo ello afecta también a nuestro comportamiento, es decir, a lo que hacemos, bien por exceso: quejarnos, llamar al médico, comer... o bien por defecto: dormir menos, salir poco... e incluso podemos llegar a evitar situaciones porque nos producen malestar, llegando a interferir a diferentes niveles de gravedad en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas.
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Depresión

La depresión es un trastorno afectivo que se caracteriza por la presencia de un conjunto de síntomas que afectan principalmente al estado de ánimo: pérdida de interés por la vida, dificultad para disfrutar de las actividades como antes lo hacía, perturbación, tristeza, decaimiento, irritabilidad, sentimientos de culpa, etc.
Afecta a la persona limitando la capacidad para el desempeño de sus actividades habituales.
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Disfunciones sexuales

Se consideran disfunciones sexuales aquellos problemas fisiológicos, cognitivo-afectivos o conductuales que dificultan a la persona el participar o disfrutar satisfactoriamente de las actividades sexuales.
Nos referimos entre otras a la disfunción eréctil, eyaculación precoz, ausencia de deseo, vaginismo (dolor asociado a la penetración), ausencia de placer…
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Duelo / Pérdidas afectivas

Las pérdidas afectivas son experiencias dolorosas comunes a todos los seres humanos. Son numerosos los casos de pérdida a lo largo de la vida: pérdida de un ser querido por separación o muerte, pérdida de la juventud, de la salud, del empleo, el nido vacío por la emancipación de los hijos, etc.
El duelo es el proceso activo a través del cual la persona logra sobreponerse a la tristeza y con el tiempo, recuperar el interés por las cosas de la vida cotidiana y la confianza en el futuro, siendo capaz de vincularse afectivamente con nuevas relaciones y proyectos.
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Estrés y estrés postraumático

El estrés causado por un acontecimiento traumático intenso se conoce como síndrome de estrés postraumático. La persona padece de forma crónica crisis de angustia relacionadas con la situación traumática, de forma que no puede apartar de su mente el acontecimiento traumático que ha vivido, experimentándolo en reiteradas ocasiones acompañado de intensas reacciones fisiológicas. Estas vivencias le dan pánico y evita las situaciones o estímulos relacionados con el acontecimiento traumático desencadenante. Todo esto acompañado de un estado de alerta, insomnio y otros trastornos. A menudo, la persona se siente culpable o responsable de lo que le ocurre. Siente vergüenza, desmoralización, sentimientos de inferioridad y una imagen negativa de sí misma.
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Miedos y fobias

Miedo es un conjunto de sensaciones que se ponen en marcha ante situaciones que suponen una amenaza para nosotros.
Cuando vemos un peligro real, se pone en marcha un mecanismo que prepara al organismo para hacer frente a la situación, produciéndose un gran número de cambios corporales o fisiológicos que nos preparan para la acción: aumento de la tasa cardiaca y de la respiración, sudoración, tensión muscular, contracciones estomacales, etc. Esta reacción pone a nuestra disposición todos los recursos energéticos disponibles para afrontar la situación, escapando o afrontándola. La reacción de miedo es por lo tanto clave para la supervivencia de los seres humanos.
El miedo se convierte en un problema cuando este aparece en momentos en los que no existe un peligro real, cuando perdura a pesar de que la situación que la produjo ha desaparecido o cuando el miedo es tan intenso (fobia) que lejos de facilitar la ejecución, la bloquea.
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Obsesiones

Las obsesiones son preocupaciones estables: los mismos pensamientos, imágenes o impulsos aparecen de forma reiterada resultando perturbadores y alarmantes. Llegan a provocar angustia y vergüenza. Los intentos de la persona por desecharlos suelen ser infructuosos.
El contenido de las obsesiones varía. Unas veces son preocupaciones persistentes acerca de la posibilidad de llegar a enfermar, otras se refieren al descuido de las responsabilidades y el daño que esto puede ocasionar, otras se relacionan con la contaminación, otras contienen preocupación por la comisión involuntaria de actos violentos…
La mayoría de las personas que las sufren buscan alivio, aunque sea temporalmente. Para ello adoptan comportamientos o pensamientos llamados compulsiones o rituales. Estos suelen ser persistentes, repetitivos, involuntarios y difíciles de realizar. Las compulsiones pueden ser una molestia simple, como comprobar una cerradura, o puede llegar a ser tan agobiante como el constante lavado de manos. Otros rituales incluyen la limpieza, comprobación o verificación de objetos en un orden exacto y repetición de acciones, palabras, frases o plegarias, todo ello con el propósito de reducir la aflicción.
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Problemas de relación

Se refiere a conflictos aparentemente irresolubles en las relaciones personales cotidianas en cualquiera de las áreas vitales (laboral, familiar, pareja...).
Suelen aparecer alteraciones en la comunicación, dificultades para expresar emociones de forma adecuada y problemas para entender o convivir con los otros. Generan malestar en todos o en alguno de los miembros implicados en la relación.
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Trastornos de alimentación

Actualmente hay que entender por trastorno alimentario aquellas alteraciones en las que la conducta alimentaria está alterada como consecuencia de los dramáticos esfuerzos que una persona hace por controlar su peso y su cuerpo.
Los trastornos alimentarios más comunes son:

Trastorno por atracón:

Se caracteriza por la presencia de episodios de sobreingesta compulsiva de alimentos tras la que aparece una fase de restricción alimentaria en la que baja la energía vital y se siente la necesidad imperiosa de comer.
Una vez iniciada otra sobreingesta, disminuye la ansiedad, el estado de ánimo mejora, el individuo reconoce que el patrón alimenticio no es correcto y se siente culpable por la falta de control, aun así la persona con este trastorno continúa con este comportamiento a pesar del daño que le causa.

Anorexia nerviosa:

Se caracteriza por una pérdida de peso elevada debido al seguimiento de dietas extremadamente restrictivas y al empleo de conductas purgativas: vómitos, ejercicio físico en exceso, etc.
Los indicadores a tener en cuenta son:

  • La persona come poco, siguiendo una dieta; tiene un control excesivo sobre las calorías que consume; come menos veces de lo habitual en un día; corta la comida en pequeños trozos y juega con ella en el plato. Esconde comida.
  • Miedo intenso a engordar.
  • Distorsión de la imagen corporal: se sobreestima la dimensión de cualquier parte del cuerpo.
  • Obsesión por estar delgado/a. Se considera anorexia cuando hay una bajada de peso de al menos un 15% del peso normal para edad y talla.
  • Irritabilidad, mal humor. Tristeza. Ansiedad.
  • Amenorrea(pérdida de menstruación).
  • Uso de ropa de tallas más grandes.
  • Preocupación constante por la figura.

Bulimia:

Se caracteriza por la presencia de episodios de voracidad que vendrán seguidos por ayunos o vómitos para contrarrestar la ingesta excesiva, uso o abuso de laxantes para facilitar la evacuación, preocupación excesiva por la imagen corporal y sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad por no tener autocontrol.
Los indicadores a tener en cuenta son:

  • La sobreingesta reiterada. Comer en un corto lapso de tiempo, rápidamente, una cantidad de comida considerada exorbitante para el mismo. Y sentimiento de falta de control sobre la misma (no se puede parar de comer).
  • Vómitos autoprovocados. Uso excesivo de laxantes o diuréticos. Ayuno y ejercicio abusivo para compensar la sobreingesta.
  • Autoestima dependiente de cómo percibe su figura.
  • Conservación del peso aunque se sometan a dietas.
  • Depresión
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Trastornos adictivos / Alcoholismo

Son diferentes trastornos con criterios específicos para cada uno: dependencia a sustancias psicoactivas, juego patológico (ludopatía), adicción a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia), comidas rápidas, etc. Su característica central es la pérdida de control. Además, la persona sufre dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y una incidencia negativa muy importante en su vida, que le llevará a buscar tratamiento o le forzaran a buscarlo.
Las adicciones se caracterizan por:

  • Un fuerte deseo o sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular (especialmente cuando llevar a cabo tal conducta no está disponible).
  • La capacidad deteriorada para controlar la conducta (especialmente, en su comienzo, mantenimiento o nivel en el que ocurre)
  • Malestar y estado de ánimo alterado cuando la conducta es impedida o se deja de hacer
  • Pérdida de interés por otras actividades gratificantes y persistencia en la conducta a pesar de la clara evidencia de las graves consecuencias que en su vida cotidiana le producen.
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Apoyo en separaciones / divorcios

La ruptura de la pareja es una de las causas más frecuentes de estrés emocional que provoca, en la mayoría de los casos, sufrimiento psicológico y síntomas físicos de malestar. La ruptura matrimonial o cese de la convivencia es calificada como “una de las experiencias más traumáticas, amargas y penosas que pueden sufrir los seres humanos… a continuación de la ruptura tanto el hombre como la mujer atraviesan un período durante el cual se sienten terriblemente angustiados”. También se señala que los hijos de las parejas en situación de ruptura pueden experimentar, en los primeros momentos, problemas de diversa índole que generan en los padres gran temor y ansiedad.
Numerosos estudios han demostrado que las parejas rotas tienen una mayor propensión a contraer enfermedades físicas y psicológicas, sobre todo ansiedad y depresión. Sin embargo estos síntomas son más el producto de las decisiones que adoptan y cómo la pareja afronta o resuelve los conflictos que de la propia separación. Cuanto más eficaz y pronta sean las respuestas al conflicto menor serán las posibilidades de que aparezca una enfermedad asociada al mismo o, si aparece, ésta será superada con menor dificultad.
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